No se copen, no voy a postear todos los
días. Esta es la adrenalina del comienzo nomás, como todo.
Hoy merece una mención especial el
loquito del pasillo.
Siempre, siempre se para en el mismo
lugar. Es que desde ahí tiene una visión global de todos los
pasajeros, aunque para ser más precisa, sólo le interesan los de
sexo femenino.
¿Ubican los ómnibus con accesibilidad
universal, con puertita en el medio, que desde la mitad del coche
hacia atrás uno viaja como si fuera en la tarima de un boliche?
Bueno, el loquito en cuestión se para
justo en la mitad del bus, agarradito del pasamanos para lisiados,
justo enfrente de la puerta del medio.
Como les decía, apoyadito contra la
ventana tiene visión de ciento ochenta grados.
Minita que sube, minita por la que se
le cae la baba. ¡Es más! Tiene el tic “Palito Ortega”, ese que
consiste en mojarse los labios con la lengua constantemente.
-¡Opa! ¡Despierte señora! ¡No me
deja escribir! (esta vieja se
durmió y se me viene encima, ¿qué hago? ¿le doy un codazo?
¡listo!).
¿Dónde
me quedé? ¡Ah! ¡El loquito! Resulta que hoy está babeando, pero
literalmente.
Claro,
finalmente subió la temperatura y se ven los primeros escotes.
Y ahí
está él, con su cabecita inclinada, el hilito de baba cuelga, se va
estirando y estirando, se desprende y cae en el dedo gordo de mi pie.
-¡¡¡Te estás babeando,
imbécil!!!
Si algún día me
mirara a mi...
Los fines de semana pasa el 103?.....por las dudas lo esperaré.
ResponderEliminar...Si uno lo quiere tomar, el 103 siempre estará ahí...
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