(Porque algo había que hacer con el tiempo perdido adentro de un ómnibus)

martes, 5 de marzo de 2013

Día 16: Había una vez en el 103, coma,


Había una vez una chica muy tonta, tonta tan tonta, que pensaba que si usaba el punto en lugar de las comas iba a morir de inanición, "coma" decía la maestra en el dictado y ella se mandaba lo que estuviera a mano, tragaba saliva igual, no fuera cosa que le pasara algo, resulta que la chica tonta creció, nadie se explica como pudo egresar de educación primaria, pero ahí está la nena, no tan nena, coma, ahora subida en un ómnibus, coma, tratando de escribir, coma,  cuentos cortos, coma, en una libretita, coma, e incándole los dientes a unos ositos de gelatina, coma, ¿les conté que una vez me contaron que a alguien le habían contado que los ositos, gusanitos, patitas, etcétera y todas esas golosinas de gelatina son huesos y grasa de las sobras de los frigoríficos? coma, ¡las bolas! con lo que acabas de escribir no quiero comer más nada, coma dije, y refunfuñando la nena, no tan nena, coma, sigue escribiendo en la libretita, coma, pero no comió más gelatina, coma, ¡pará flaca pará que saque la manzana de la cartera!, coma, ¡ufa che!, coma, y mordió la manzana, vaya sorpresa, coma, el problema no es encontrar un gusano, el problema es encontrar medio, coma. Punto.

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