Porque no ando con bobadas,
porque sabes lo que quiero y lo que no, me lo preguntas. Porque jugamos a ser sinceros, a dejar que las cosas pasen
sin analizarlas, al azar. Porque en cada diálogo voy juntando fichas para este puzzle
que llamamos mundo, que armamos juntos.
Juntos y separados. Lo que el tiempo, las ganas y las circunstancias nos dan.
Porque me subo al 103 y no puedo
evitar pensar en ti. Porque encarás. Porque sos el amigo que fuiste siempre y
porque tenés los labios que ¡yo! quiero besar.
Porque no ando con bobadas, porque
me harté de un mundo de falsos te quieros.
Porque
no te idealizo, felizmente te disfruto, así, sincero y elocuente. Porque no
encontraba la forma de decírtelo. Porque no quiero que salgas corriendo. Porque
no quiero pecar de melosa.
¡Por eso nunca te voy a dedicar
un poema!
Conténtate con que ¡Hoy!, voy a
viajar pensando en ti.
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